viernes, 4 de mayo de 2012

Mujeres Pegadas .

Son decenas de centenas que sufren en silencio. Magulladas, en su carne y su alma, acaban por adaptarse, buen grado, mal grado, al maltratamiento que sufren diariamente, con el consentimiento de toda la familia. Silencio, pegamos, humillamos, corregimos al "sexo débil". Su culpa, es ser mujer.
En efecto, las numerosas mujeres pagan, hoy, su estatuto de mujeres que les hace, en muchos casos, seres vulnerables, buenos ser dadas una paliza. La era del esclavismo es cumplida desde hace varios siglos. ¡Pero el fenómeno se obstina en resucitarla! La violencia contra las mujeres, aunque queda un sujeto sagrado que no sobrepasa el círculo familiar tiende, estos últimos años, a sobrepasar las paredes de la casa, para extenderse como una mancha de aceite, en una sociedad que se esconde detrás de signos falsos de modernidad y de emancipación.
Según un informe reciente de la policía argelina, más de 7.500 mujeres sufrieron de formas diversas de violencias, durante los solos primeros de edad de diez meses del año 2010, a escala nacional. Los actos de violencia hacia la mujer van del acoso sexual, a la violación, pasando, desde luego, por lesiones. La situación es dramática y las estadísticas avanzadas se quedan por debajo de la realidad, en la ausencia de quejas depositadas por la víctima que favorece la opción de asfixiar el asunto o todavía "lavar la ropa sucia en casa", para no ser la risotada del barrio. Atreverse a presentar una denuncia contra su padre, su hermano o su marido es en ángulo recto una blasfemia para el argelino.
Las cifras relativas a las mujeres pegadas hasta si son lejos de reflejar la pesadilla vivida por esta categoría y las sevicias sufridas, muestran desde ahora que la plaga va crescendo y evoluciona peligrosamente ya que durante seis primeros meses del año 2008, las mujeres que habían sufrido violencias eran en total de 2.675 para pasar a 4.409 en 2009, según las estadísticas de los servicios de seguridad nacional. Esta acta ha sido puesta en evidencia en un informe de investigación del Oficio nacional de las estadísticas y una investigación financiada por Unicef y publicada en 2009, que destacan que el 67,9 % de las argelinas aceptan las violencias conyugales.
El maltratamiento de las mujeres principalmente se ejercita pues en el seno de la familia que queda el receptáculo de más de 80 % de las violencias sufridas por la mujer, luego interviene el medio profesional que representa una tasa de cerca del 15 %. El día internacional la Eliminación de la violencia con respecto a las mujeres es un no acontecimiento, para numerosas mujeres en situación de desamparo. Las estadísticas destacan, de hecho que el esposo viene a la cabeza de la lista de premios, luego el novio, el hermano, el tío, el hijo y por fin el padre. Los mismos datos también revelan que la edad de las víctimas de violencias varía entre 18 años y 75 años, y 4.183 de ellas, están casadas, 2.033 solteros, 726 divorciadas, 494 viudas.
El maltrato de las mujeres se limita ni siquiera a las lesiones y va hasta tocar su dignidad. El caso es que las violencias psicológicas constituyen, hoy, el 86 % de los casos, seguidas por las agresiones físicas con 68 % y los casos socioeconómicos con 56 %, es por lo menos lo que resalta del balance puesto, recientemente por 18 centros de escucha sobre las violencias contra las mujeres, sobre el período de un año.
La red " Balsam ", constituida por 13 centros de escucha, a escala nacional censó así, en julio de 2009, 147 casos de violencia y 547 otros en julio de 2010. El análisis de las llamadas mostró que el 65 % de las víctimas de violencias eran unas mujeres casadas, las divorciadas representaban el 10 % de los casos y las viudas solamente el 1 % de los casos. Los solteros constituyen el 23 % de las víctimas. Además, aunque para la mitad de los casos la actividad no es declarada, no queda de allí menos que las violencias traídas de nuevo conciernen, en el 14 % de los casos, a las mujeres que tienen un trabajo regular y el 5 % un trabajo informal.
Ciertas estadísticas tienen en cuenta diez mil mujeres que son pegadas, cada año en Argelia, y más de 40.000 recién casados que se divorciaron en 2009. El hogar familiar no es más para la hermana, la esposa o la madre, este espacio que le proporciona la seguridad y el bienestar, todavía menos esta abra de paz con la que no dejaba de soñar desde su infancia. Cuánto tienen que confinarse, hoy, en su mutismo, esperando días mejores que les ayudarían a quebrantar el yugo de su verdugo.
Para Faïza, catedrático de universidad, divorciada después de un año de matrimonio, el comportamiento violento de su exmarido podía sólo revelar la falta de cortesía y de un complejo alimenta durante varios años. Es el caso también de Souad, madre de dos niños que se niega a presentar denuncia contra su marido, para violencia conyugal, por miedo de quebrantar su hogar.  La muerte en el corazón, ella prefiere el calvario de su marido que de ser separada de sus niños.
Esperando quebrantar la pared del silencio, centenas de mujeres continúan viviendo un calvario al diario.

Informacion sacada de Mujeres Pegadas. 

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